Tras 85 años, Opel cierra su fabrica belga de Amberes
Seguro que recordáis el culebrón de General Motors y Opel, no se sabía si GM la iba a vender a Magna, quedársela o cerrarla por falta de fondos. El Gobierno alemán siempre estuvo presente en las negociaciones, puesto que Alemania es la nación que más empleados de Opel tiene y la que hubiese resultado más afectada de salir algo mal. Finalmente GM se quedó con Opel al recuperarse de su quiebra, para el descontento de Alemania, que sentía que la multinacional estadounidense le hizo perder su valioso tiempo.
El caso es que Opel sigue teniendo exceso de capacidad, a pesar de que sus ventas vayan bien dentro de lo que cabe. Deben reducir un 20% su capacidad de producción e inevitablemente ello implica cerrar fábricas. Ninguna fábrica de Alemania se va a tocar por razones obvias y Figueruelas cuenta con la producción del Corsa y muy pronto la del nuevo Meriva, por lo que tampoco se tocará. La fábrica que recibe las malas noticias está situada en Amberes (Bélgica), cerrará sus puertas tras 85 años de servicio. Sus banderas ondean desde ayer a media asta.
Una de las instalaciones productivas de la industria del automóvil más longevas de Europa cierra sus puertas, dejando en la calle a 2.500 trabajadores directos, además de otros tantos empleos indirectos, fundamentalmente proveedores. Cuando el jefe de fábrica anunció la noticia algunos no pudieron contener las lágrimas, incluso había casos de trabajadores de Opel de tercera generación, familias que de un día para otro se ven completamente fuera de una empresa que lo ha significado todo para ellas.
Hasta ahora en Amberes se producían los Astra GTC, Twin Top y Station Wagon. Amberes cerrará sus puertas en junio, cuando se espera que se comiencen a gestar sus predecesores. Esta noticia ha supuesto un duro golpe para la industria belga, que aún retiene una gran fábrica de Volvo en Gante. Nick Reilly – patrón de Opel – ha expresado su tristeza por la decisión tomada y lamenta que muchas familias se vayan a quedar sin empleo. Promete un plan de despidos paulatino y socialmente responsable.
Palabras bonitas que no consiguen enmascarar la realidad. A esta planta se le había prometido hacía poco tiempo la producción de los próximos SUV de Opel, pero finalmente esta fue adjudicada a Daewoo-GM en Corea del Sur, donde sabemos que la mano de obra y los costes de producción son más asequibles. No son más que evidencias de la debilidad del mercado europeo, que se espera venda 1.5 millones menos de unidades en 2010 con respecto a 2009, 4 millones menos con respecto al brillante 2007.
Algunos expertos ya anticipan que no se va a volver a los niveles de 2007 aunque se recupere la economía, por lo que la reducción de capacidad se antoja inevitable. En definitiva, una situación muy triste que podría perfectamente habernos tocado, nunca conviene olvidarlo.
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