Un empresario chino, decepcionado con su Lamborghini Gallardo , ha decidido destruir públicamente sus coches de lujo en la ciudad de Qingdao. Fueron sus propios trabajadores, armados con un martillo para destruir el coche, con motivo del día de los derechos de los consumidores en la provincia de Shandong. Como se informó por Repubblica.it , el coche se había averiado después de varias intervenciones en el taller, motivo más que suficiente para condenar a esta destrucción espectacular.
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