Volkswagen California
Por la costa en caravanaUna casa móvil. La California es una furgoneta equipada como una vivienda: incluye sofá, cama, cocina y hasta toldo y sillas para el exterior. Permite llegar al destino elegido, echar el ancla como si de un barco se tratara y disfrutar del entorno, en contacto con la naturaleza y con casi el mismo confort de un apartamento. Adiós a los hoteles, sus precios, horarios y ataduras.
‘Flower power’. El modelo actualiza la esencia de la mítica furgoneta del hipismo de los años sesenta, conocida como Bulli y con un extenso historial tanto social como cinematográfico. Y, como su pariente original, es todo un icono entre los aficionados al surf y los amantes de las puestas de sol. El espíritu hippy con las tecnologías y comodidades del siglo XXI.
Dos camas. Delante lleva dos butacas, para conductor y copiloto, y detrás, una banqueta corrida que sirve como sofá y puede desplegarse para convertirla en una cama doble. Además, el techo se eleva y ofrece espacio para otra cama doble, con una ventana que funciona como un tragaluz. En total, alojamiento para cuatro.
Con cocina. La versión Beach (desde 43.553 euros) cuenta con fogones y nevera, y la Comfortline (a partir de 54.294) dispone de una dotación muy superior a la anterior, añadiendo armario, fregadero y dos depósitos de agua, uno para el consumo y otro sanitario que hace las veces de retrete. Ambas equipan baterías adicionales para poder encender las luces y la calefacción, así como conectar un ordenador.
Motor diésel y opción de 4×4. De mover el conjunto se encarga un motor 2.0 TDI. Se ofrece con tres potencias (122, 140 y 180 CV) y dos cambios (manual y automático DSG), y cualquier elección otorga consumos razonables: de ocho a nueve litros de media. La California reúne en un solo vehículo un coche y una casa. Y puede equipar tracción 4×4, una ayuda extra a la hora de salir del asfalto y alcanzar el lugar idóneo, como un mirador al borde de un acantilado, por ejemplo.
Nissan Leaf
De compras sin contaminar
Aire limpio en la ciudad. Un familiar compacto, tipo Ford Focus, que puede recorrer casi 200 kilómetros en ciudad solo con las baterías, sin contaminar y con un confort superlativo. Es lo que ofrece el Nissan Leaf 2013, el primer coche eléctrico de gran tirada, que ha empezado a fabricarse ya en Europa (Reino Unido).Espacio para todo. El Leaf no es un eléctrico de juguete. Tiene una carrocería amplia, con cinco plazas aptas para adultos y un buen maletero con capacidad para las compras del día e incluso el equipaje del fin de semana si se utiliza el coche para desplazarse al aeropuerto. Y ahora permite abatir también por partes los respaldos posteriores para cargar todos esos bultos grandes que de vez en cuando tiene que transportar cualquier urbanita que se precie: la mascota, la compra del mes, plantas para el jardín, material deportivo (bicis, tablas…), el último mueble para montar en casa, etcétera.
Empuje y nervio. El Leaf rompe prejuicios. No se trata de un coche tortuga de esos que entorpecen el tráfico. Más bien al contrario, porque su motor eléctrico de 109 CV ofrece la potencia máxima de forma instantánea, al primer golpe de acelerador, y permite pasar de 0 a 100 km/h en unos 11 segundos. Y puede llegar hasta 145 km/h, aunque no está pensado para salir más allá de las autopistas urbanas de circunvalación. Además, funciona con gran silencio y suavidad, y se recarga en nueve horas en el enchufe de casa o en los postes de carga de la calle, y en apenas 30 minutos (al 80%) en las tomas de carga rápida que se están desplegando en los concesionarios de Nissan.
Ecología cara, pero accesible. La llegada del nuevo Leaf europeo ha reducido las tarifas. Ahora se vende por 29.900 euros, que bajan a 24.400 con las ayudas del Gobierno a la compra de los coches eléctricos. Y puede sumarse también el Plan Pive-2. Si se alquilan las baterías (79 euros al mes), una nueva opción, se queda en 24.000 euros, y hasta 14.900 sumando las ayudas, el Pive-2 y los descuentos que ofrece la marca.
Renault Captur
Turismo rural con los amigosLos todoterrenos están de moda. Son los únicos modelos que esquivan la crisis y aumentan sus ventas, al menos en Europa. Y están desplazando a las berlinas de siempre y a los monovolúmenes de su tamaño en las preferencias de las familias medias. Además, ahora llegan nuevas propuestas con tamaños inferiores, como el Renault Captur, para seducir a los jóvenes urbanitas. Y todos siguen la estela del pionero, el Nissan Qashqai.
Personalizable a medida. La línea desenfada, colorista y atrevida distingue al minitodoterreno de Renault. Y como el Mini, se puede personalizar a medida. Así, por 300 euros permite elegir entre tres colores de techo para combinarlos con los siete de la carrocería. Y también se pueden cambiar los marcos de los faros y la parrilla, y el ambiente interior (tapicerías, adornos, consola central…).
Sin agobios de espacio. El Captur es un Clio con la suspensión más alta y una estética diferente. Mide 4,12 metros de largo, seis centímetros más, pero es más alto y ofrece un interior más amplio y modulable que incluye muchas de las soluciones prácticas de los monovolúmenes. Aparte de sus cinco plazas, cuenta con un buen maletero que permite llevar de todo para pasar el fin de semana con los amigos. Y se puede ampliar plegando los respaldos. También añade 27 litros suplementarios en todo tipo de huecos, uno para cada cosa, entre los que destaca una original guantera-nevera de 11 litros con forma de cajón extraíble que mantiene las bebidas frías.
Para salir del asfalto. El todoterreno urbanita de Renault no dispone de tracción 4×4, pero adopta unas suspensiones más altas que las del Clio y dispone de 17 centímetros de altura libre al suelo. Puede salir del asfalto y recorrer caminos rurales, y su capacidad interior otorga espacio suficiente para llevar material deportivo y disfrutar de la naturaleza en bicicleta, por ejemplo.
Precios para todos los públicos. La última baza del nuevo Renault, que se fabrica en exclusiva en Valladolid, son los precios, asequibles y ajustados. Se vende desde 15.200 euros con motor de gasolina (0.9 TCe turbo de 90 CV) y a partir de 18.350 con turbodiésel (1.5 dCi de 90 CV). Es unos 1.100 euros más costoso que un Clio a igualdad de motor.
Peugeot 208 Gti
Disfrutar DE las curvas de la montañaEl sueño del piloto aficionado. Un coche pequeño, potente y de imagen llamativa. Incita a alejarse de la ciudad y subir a la montaña para recorrer puertos y carreteras reviradas, disfrutando de su agilidad, aceleración y sonoridad. La adicción puede ser tal que su conductor prefiera madrugar e irse a hacer kilómetros a sus mandos antes de quedar con los amigos a tomar el aperitivo.
Diversión sin derroche. El Peugeot 208 GTI es una de las propuestas más recientes y, aparte de ofrecer la emoción que se espera de un utilitario deportivo, añade otros dos aspectos que son menos habituales en estos coches y resultan decisivos en su elección: consumos ajustados (5,9 litros de media) y una conducción fácil que permite divertirse con seguridad.
Corazón BMW. Su motor 1.6 turbo, de origen BMW, rinde 200 CV y funciona igual de bien en un uso tranquilo por ciudad que en otro deportivo por tramos de montaña. Se asocia a un cambio manual de seis marchas y combina suavidad y poderío. Y esta misma dualidad se aprecia en la conducción, porque aporta un comportamiento muy equilibrado y logra aunar estabilidad y confort, agilidad sin nerviosismo y un manejo sencillo e intuitivo. Acelera de 0 a 100 km/h en 6,8 segundos.
Menos caro que la competencia. El precio redondea el conjunto y el 208 GTI ofrece una de las mejores relaciones entre calidad, coste y potencia de la oferta actual: se vende desde 22.900 euros, menos que las alternativas de rendimiento similar.
Jaguar F-Type
Fin de semana de amor y lujoEl felino vuelve a rugir. El nuevo F-Type es el estandarte del retorno de una de las marcas británicas más legendarias. Este descapotable biplaza de proporciones clásicas y tecnología a la última reúne todo lo necesario para convertirse en el próximo objeto de deseo de los más pudientes. Y es también una propuesta seductora e imbatible para disfrutar un fin de semana de amor y lujo en pareja.
Seduce por fuera. La línea del F-Type se saborea al primer golpe de vista. Su carrocería de aluminio, muy ligera, lleva el morro largo y la zaga corta, las proporciones clásicas de los deportivos de siempre. Añade un diseño de estilo deportivo, mucho gancho y el toque romántico que aportan las capotas de lona. Y el conjunto transmite la clase y la elegancia atemporal de los mejores automóviles británicos. Despierta pasiones a su paso, ya sea en la ciudad, en una carretera de montaña o en un circuito.
Mima por dentro. El interior refleja la maestría de los británicos, auténticos expertos a la hora de crear un ambiente elegante y exquisito. El diseño cálido y original del interior, y la combinación entre los materiales nobles –cueros– y los adornos modernos –aluminio y otros metales– traslada a una atmósfera acogedora y confortable que lo distingue de la sobriedad de sus rivales alemanes. La capota de lona plegable eléctricamente hace el resto. Cuando se lleva cerrada, permite viajar conversando sin levantar la voz. Y cuando se abre, tarda apenas 12 segundos y no hace falta parar (funciona hasta 50 km/h). En configuración abierta, la buena aerodinámica canaliza adecuadamente el viento y proporciona una comodidad notable.
Enamora cuando se conduce. Entre la carrocería de aluminio –que reduce el peso y mejora la agilidad y el consumo–, el poderío de los motores y el cambio automático secuencial de ocho marchas, la conducción del F-Type es un auténtico placer y es uno de esos coches que hace sentirse a gusto enseguida. Es muy fácil de manejar, se conduce con dos dedos y se disfruta siempre. El motor 3.0 V6 (340 CV y 84.400 euros) corre ya de sobra; el 3.0 V6 S (380 CV) va un paso más allá, y el 5.0 V8 (495 CV) empuja como un avión, con la fuerza de los motores de gran cilindrada que tanto gustan al público norteamericano.
via: ElPais.com
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