Wreckedexotics, un conocido sitio por mostrar imágenes y vídeos de accidentes de coches de todo tipo, ha publicado un curioso ranking que refleja los 10 accidentes de coches más caros. Por supuesto en este ranking entran auténticas joyas deportivas pero los modelos que están en la cresta de la ola en cuanto a coste de reparación forman parte ya de la historia como auténticos clásicos.
Entre los accidentes cuya reparación se ha elevado por las nubes tenemos a este deportivo Bugatti EB 110 del año 1992. Curiosamente el accidente no lo tuvo el propietario del mismo sino un mecánico que le estaba haciendo la prueba anual. Al encontrarse aceite en la carretera, y probablemente no circular tampoco despacio, se salió de la calzada y terminó arrollando un poste. Adios a un gran Bugatti de 500.000 dólares.
En el número 6 se encuentra este desgraciado este desgraciado McLaren F1, que pasó por unas manos ciertamente conocidas: las de Rowan Atkinson, conocido actor que interpreta a Mr Bean. En su haber tiene una larga lista de destrozos en grandes deportivos, pero que no exime tratar de esta guisa a un enorme superdeportivo. Hablamos de un “pequeño deportivo” de 1.5 millones de dólares.
Entrando en el podium, el tercero de la lista es un Ferrari 250 GT “Tour de France” del año 59 tuvo la desgracia de sufrir un accidente en una prueba que precisamente homenajeaba a los clásicos Ferrari y Maserati. Se fue contra un muro en el Shell Ferrari-Maserati Historic Challenge del año 2003. Esta joya costó nada menos que 1.65 millones de dólares.
En el número dos, otro clásico italiano: un Ferrari 250 GT Spyder del año 1961. Costó en una subaste de mayor de este año la friolera de 10.894.900 dólares, los mismos que se fueron directamente contra la arena de una playa. Viendo la situación, no me quiero imaginar la velocidad a la que “circulaba” el huracán que se lo llevó por delante.
El punto alto del podium se lo lleva este Ferrari 250 GTO datado entre el año 62 y el 64. Como el modelo anterior, alcanzó un coste enorme en una subasta pero en este caso se llegó a un auténtico récord de infarto: 28.5 millones de dólares. El dinero no significa capacidad para todo y acabó estrellado seguramente después de un “uso incorrecto”.
En en enlace original podéis encontrar la lista entera de estos 10 supercoches que terminaron de mala manera, toda una pena. ¿Conocéis a otros modelos que pudieran entrar en esta lista?
Entre los accidentes cuya reparación se ha elevado por las nubes tenemos a este deportivo Bugatti EB 110 del año 1992. Curiosamente el accidente no lo tuvo el propietario del mismo sino un mecánico que le estaba haciendo la prueba anual. Al encontrarse aceite en la carretera, y probablemente no circular tampoco despacio, se salió de la calzada y terminó arrollando un poste. Adios a un gran Bugatti de 500.000 dólares.
En el número 6 se encuentra este desgraciado este desgraciado McLaren F1, que pasó por unas manos ciertamente conocidas: las de Rowan Atkinson, conocido actor que interpreta a Mr Bean. En su haber tiene una larga lista de destrozos en grandes deportivos, pero que no exime tratar de esta guisa a un enorme superdeportivo. Hablamos de un “pequeño deportivo” de 1.5 millones de dólares.
Entrando en el podium, el tercero de la lista es un Ferrari 250 GT “Tour de France” del año 59 tuvo la desgracia de sufrir un accidente en una prueba que precisamente homenajeaba a los clásicos Ferrari y Maserati. Se fue contra un muro en el Shell Ferrari-Maserati Historic Challenge del año 2003. Esta joya costó nada menos que 1.65 millones de dólares.
En el número dos, otro clásico italiano: un Ferrari 250 GT Spyder del año 1961. Costó en una subaste de mayor de este año la friolera de 10.894.900 dólares, los mismos que se fueron directamente contra la arena de una playa. Viendo la situación, no me quiero imaginar la velocidad a la que “circulaba” el huracán que se lo llevó por delante.
El punto alto del podium se lo lleva este Ferrari 250 GTO datado entre el año 62 y el 64. Como el modelo anterior, alcanzó un coste enorme en una subasta pero en este caso se llegó a un auténtico récord de infarto: 28.5 millones de dólares. El dinero no significa capacidad para todo y acabó estrellado seguramente después de un “uso incorrecto”.
En en enlace original podéis encontrar la lista entera de estos 10 supercoches que terminaron de mala manera, toda una pena. ¿Conocéis a otros modelos que pudieran entrar en esta lista?
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