Después de la primera entrega dedicada a multas de velocidad, hoy terminamos este pequeño especial con una recopilación de algunas de las multas más graciosas, curiosas, extrañas o extravagantes que hemos logrado encontrar en la red. No están todas las que son, pero sí son todas las que están.
Si en las multas de velocidad ya nos contásteis algunas de vuestras anécdotas, en esta ocasión no podría ser menos. No gustaría que en los comentarios nos contárais cuál ha sido vuestra situación más curiosa relacionada con una multa de tráfico,de cualquier temática. A continuación, ahí va nuestro recopilatorio.
Comenzaremos por una pequeña selección de multas absurdas, de esas que la única explicación que tienen es que el agente de tráfico que la expidió tenía un mal día. Es el caso del conductor gallego que fue multado por llevar un tirachinas colgando del retrovisor. Puede que los agentes tuvieran razón, pero son ganas de rizar el rizo más de la cuenta. De hecho, habría que saber según qué artículo han puesto la multa, porque creo que lo de llevar tirachinas no está contemplado como falta en la legislación de tráfico.
Una persona fue multada cerca de Santander por circular por el carril central en lugar de hacerlo por el derecho. Vale que lo correcto es circular por este último, pero si tuvieran que multar por cada persona que selecciona mal el carril no se haría otra cosa en este país. Sin duda, todos cometemos alguna vez errores como éstos, pero ya es mala suerte que te multen cuando hasta las propias patrullas los cometen alguna vez.
En un foro de motos, me he encontrado con el caso de un grupo de motoristas que iba circulando cuando fueron dados el alto. El motivo es que les habían hecho una foto con el radar 200 metros más atras, pero no era por exceso de velocidad, sino para demostrar que uno de ellos llevaba la placa de la matrícula inclinada. Evidentemente, le multaron por ello.
En Madrid, un abogado iba conduciendo cuando una patrulla le detuvo por ir hablando con el móvil. Este alegó que simplemente iba “rascándose la oreja” y lo demostró enseñando a los agentes que la última llamada registrada en el móvil era del día anterior. ¿La solución? Los agentes le multaron con 60 euros por, literalmente, “conducir y sostener permanentemente la oreja con la mano derecha”.
En Inglaterra tienen muchas anécdotas de este estilo. Una conductora fue vista tirando los restos de una manzana por la venta. Todos estamos de acuerdo en que es una conducta irrespetuosa, pero la respuesta de la policía fue algo exagerada: fue perseguida con ayuda de un helicóptero y, finalmente, multada con 60 libras (71 euros). Le salió cara a la policía la broma, el gasto del uso del helicóptero durante la búsqueda seguro que superó ampliamente esas 60 libras.
En ese país también hay otros casos graciosas, como el del conductor de un BMW M3 que fuemultado con 20 libras (23,6 euros) por comer un KitKat al volante, o una mujer que fue sancionada con otras 20 libras por dar un simple trago a una botella de agua cuando iba a bordo de su Volkswagen Lupo. 30 libras fue lo que tuvo que pagar un camarero por ir tomándose un helado en mientras conducía.
De vuelta a España, hay un caso muy curioso que ha acontecido hace unas semanas. Un policía nacional se encontraba en plena persecución de un coche a la fuga, cuando fueparado por la Guardia Civil. La Benemérita le impuso una multa de 150 euros y tres puntos del carnet por no llevar el cinturón puesto. El policía ha alegado que no llevaba el cinturón porque así podría desenfundar su arma; el caso aún está pendiente de resolución.
Un caso polémico relacionado con la Guardia Civil es el vivido por un conocido. Circulaba por una carretera nacional con las luces de cruce puestas (obviamente). La Guardia Civil le mandó parar para multarles por, según ellos, llevar fundida una de las luces delanteras. Lo mejor de todo, según me contaba esta persona, fue ver la cara de vergüenza que se les puso a los agentes cuando les dijo que no estaba fundida, sino que era el faro correspondiente con la luz de carretera.
En este apartado podemos incluir un caso que he encontrado recientemente, que debería haber ido en la primera entrega. Un conductor fue multado por adelantar a una patrulla de policía cuando ésta iba en persecución de un coche que se daba a la fuga. A saber a qué velocidad iba el hombre…
Pasamos ahora a hablar de multas puestas por conductas absurdas, de esas en las que te preguntas en qué pensaba el conductor. En Inglaterra se dio el caso de una persona que fue pillada por un autopista a altas velocidades mientras iba afeitándose imperturbablemente. El conductor alegó que llegaba tarde a un curso de primeros auxilios (?) pero la justicia no tuvo compasión y fue sancionado con seis meses de retirada del carnet de conducir.
El caso anterior no es nada comparado con lo que viene a continuación, auténticos disparates que parecen sacados de una película de humor chabacano. En Diariomotor ya vimos un caso de estos hace un tiempo, cuando en todas las noticias apareció que una persona había sido multada por marturbarse al volante. Sin palabras.
Nuestro lector Juan Jose nos ha enviado una pista de una curiosa multa recogida por un periódico de su país, Paraguay. En el pueblo portugués de Celorico da Beira, a un agricultor le retiraron el carnet y decidió sustituir su coche por un burro. El problema es que fue detenido poco después por ir completamente beodo mientras circulaba a lomos de su burro.
El Telegraph inglés recoge el caso de un motorista australiano que tiene como costumbre conducir ataviado con una parrilla de barbacoa. Un conductor le hizo una foto que comenzó a circular como la pólvora por la red. Las autoridades se pusieron alerta y finalmente le cazaron con las manos en la masa, lo que provocó que fuera multado con 800 dólares australianos (570 euros).
En Inglaterra, un pirado fue interceptado por la policía por circular con un coche de choque por un carril-bici. Todavía no me explico cómo podía moverse el coche sin electricidad, pero lo más gracioso es que su “conductor” dijo que en ningún sitio ponía que no se podía circular con este cacharro por el carril-bici. Finalmente, fue multado por poner en peligro la seguridad de los ciudadanos.
En Alemania, una persona discapacitada iba circulando por la carretera con una silla de ruedas. Está prohibido que circulen por la vía pública (deben ir por las aceras) pero lo peor es que el hombre iba a más velocidad de la permitida y con un estado de embriaguez colosal. La tasa de alcohol era 10 veces superior a la permitida; el hombre alegó que volvía de una fiesta y decidió no volver a casa en transporte público.
En Italia, un motorista iba con su BMW 1000 RR cuando la policía le interceptó por llevar un perro en la moto. No sólo esto, sino que el animal llevaba un casco acorde a su tamaño. El hombre dijo que su fiel amigo era como una persona para él, pero no logró ablandar el corazón a los agentes, que le multaron con 78 euros.
No hace falta irse tan lejos para encontrar casos tan hilarantes. En San Juan de Aznalfarache (Sevilla), un hombre fue detenido por la Guardia Civil cuando circulaba con un triciclo de juguete por un polígono industrial. Y no es que estuviera mostrándoselo a su hijo, sino que era su medio de transporte. Para más gravedad, era de noche e iba sin luces, por lo que fue multado por conducción temeraria en un vehículo no catalogado.
Hasta aquí llega nuestro especial sobre multas. Hay gran cantidad de anécdotas graciosas de este tipo, pero hemos realizado una selección para no hacer esto interminable. Como decía al principio, nos gustaría que ahora nos contaras una situación curiosa que conozcas, tanto vivida por ti mismo como “de oídas”.
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