En una villa a las afueras de París se nos presentaba el Peugeot iOn, el definitivo tal y como llegará a los concesionarios en apenas unos meses. Lo hacía con todo un muestrario de colores que podrían incorporarse a un catálogo definitivo que aún está definiéndose. Habida cuenta tenemos de carrocerías blanca, gris plata, azul, amarillo, rojo y negro, un abanico que rompe con la monotonía de la carrocería oscura de las primeras unidades de pre-serie con el volante a la derecha que ya vimos en el Salón de Madrid, y que eran las únicas que se habían mostrado hasta el momento.
Definitivamente no será un vehículo que nos encontraremos continuamente por nuestras ciudades. Pero Peugeot pretende que el vehículo eléctrico, y en especial su iOn, se integren entre vehículos con motores de combustión con absoluta normalidad. De hecho como hemos podido constatar en esta prueba, se trata de un vehículo que se mueve especialmente bien en el entorno urbano y peri-urbano, fuera de ahí pierde funcionalidad por su reducida autonomía.
Una silueta común
El Peugeot iOn tiene una de esas siluetas características a las que ya nos hemos acostumbrado en los últimos años con una oleada de utilitarios y vehículos city-car de forma ovoide que poco a poco han ido haciéndose hueco en nuestras ciudades. Apenas hay diferencias respecto a estos, prácticamente muy pocas con un Peugeot 107 de cinco puertas. La gran diferencia es queel iOn contará con esta carrocería única y exclusivamente asociada a un motor eléctrico.
Desarrollo conjunto: PSA y Mitsubishi
El desarrollo del Peugeot iOn ha sido realizado de forma conjunta entre Mitsubishi y el GrupoPSA. Tanto Mitsubishi como Citroën dispondrán en los próximos años de su correspondiente “iOn”, el i-MIEV y el C-Zero respectivamente. Toda la producción se desarrollará en Japón, por motivos logísticos y dado que las baterías también se ensamblan en la localidad de Kusatsu (Japón). De la producción resultante las tres marcas han acordado una cuota de unidades equitativa, es decir, una tercera parte para cada una de ellas.
A partir de ahí los entresijos comerciales, ofertas, equipamiento y precios dependerán de la política de cada marca. Es de suponer que la diferencia de precios no excederá de los 1.000€ y que la apuesta de Mitsubishi será sobretodo por la conquista de su mercado local y la de Citroën y Peugeot por las “grandes plazas” europeas. En principio los destinatarios serán sobretodo flotas comerciales y transportistas urbanos, a los que poco a poco se irán uniendo particulares y empresas.
Carrocería de cuatro plazas y van mixto biplaza
El Peugeot iOn llegará al mercado europeo en la recta final de 2010 con dos alternativas: cuatro plazas y van. La segunda alternativa tendrá una disposición del habitáculo de dos plazas, con dos asientos delanteros únicamente, y un espacio de carga de gran amplitud tras estos, separado de sendos ocupantes por una red metálica. En el caso del modelo de cuatro plazas el espacio de carga no está separado físicamente del habitáculo con una bandeja, lo cual sigue siendo un defecto que nos imaginamos que Peugeot solucionará antes de que llegue a los concesionarios.
Habitáculo “amplio” y puesto de conducción elevado
El Peugeot iOn cuenta con la ventaja de que se desarrolló desde cero y desde el primer momento con la idea de ser un vehículo eléctrico. Al reducir el voladizo delantero a la más mínima expresión y situar el motor en la parte inferior trasera y las baterías en la base, se ha conseguido un habitáculo realmente amplio con dos plazas traseras relativamente cómodas y dos delanteras con bastante espacio, sobretodo en altura.
De hecho otra de las ventajas que se ha conseguido con el Peugeot iOn es la de contar con unpuesto de conducción muy elevado que da una buena visibilidad frontal. El maletero es fácilmente accesible mediante un portón trasero y el frontal bajo una minimalista tapa de capó se encuentran los líquidos de refrigerante y para el limpiaparabrisas, además de un pequeño radiador.
Calidad y acabados
Peugeot ha estado trabajando sobre dos acabados diferentes, de los que muy probablemente sólo quedará uno, al menos para el público general. Es posible que para las versiones enfocadas al transporte y a actividades profesionales sean un poco más espartanas y renuncien a algunos brillos y apliques que sí se verán en el resto. En un primer vistazo se aprecia que los ajustes han mejorado respecto a la unidad de pre-serie que ya vimos en Madrid.
Los cambios en la disposición de los elementos no son demasiado importantes y los paneles de las puertas y el salpicadero siguen siendo de plástico, huecos, de calidad discutible pero al menos garantía de durabilidad, fácil limpieza y en la línea de lo que se debería emplear en un vehículo al que se le va a dar cierta guerra, es decir, un uso intenso en ciudad y probablemente en el tiempo de trabajo.
El navegador integrado en la parte central del salpicadero ha desaparecido y ha sido sustituido por un navegador Garmin preinstalado a la izquierda del volante. El habitáculo cuenta con pocos huecos para portar objetos, más allá de una guantera pequeña, unos bolsillos estrechos en las puertas y unos posavasos desplegables bajo las salidas de aire del climatizador.
La sencillez ha primado por encima de todo lo demás. Apliques de plástico brillante en el centro del salpicadero y en el volante, éste por cierto carece de los típicos controles del equipo de sonido, el climatizador, el control de crucero… que inundan a los automóviles de nueva factura, sin ir más lejos al nuevo Peugeot 508.
En fin, ya os he hablado bastante de este peculiar utilitario eléctrico. Ya sólo queda encender el contacto y enfrentarnos a su motor eléctrico, que a fin de cuentas es la gran novedad y lo verdaderamente interesante de un vehículo que sin haber inventado nada nuevo sí que será pionero en muchos sentidos, lanzándose “de cabeza” a la venta masiva de eléctricos.
VIA:DIARIOMOTOR
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