Jaguar acaba de presentar el nuevo XF Diesel S, equipado con un motor diésel de nueva factura, una de las mayores innovaciones desde que la compañía pasase a estar gobernada por el imperio Tata. La nueva unidad turbodiésel cuenta con una arquitectura de seis cilindros en uve, una cilindrada de 3 litros y un sistema de doble turbo secuencial. Denominado según códigos internos AJ-V6D Gen III S, supone una evolución del propulsor 2.7 V6 Twin-Turbo y también ha sido desarrollado junto al Grupo PSA.
Su potencia máxima alcanza la friolera de 275 CV y su par máximo es de 600 Nm, uno de los valores más altos para cualquier turbodiésel de seis cilindros. Estos credenciales sitúan al motor en la élite de los turbodiésel, junto a otros grandes como el 3.0 L6 de 286 CV de BMW. Con respecto al 2.7 V6, el nuevo motor posee un 33% más de potencia y un 61% más de par desde las 1.500 rpm. A pesar del incremento de potencia, las emisiones y el consumo caen un 10% y un 12% respectivamente.
Jaguar cifra en 6.8 l/100 km el consumo medio homologado de esta unidad, y sus emisiones de CO2 en 179 g/km, por lo que pagará el 9.75% de Impuesto de Matriculación, contando con unas emisiones similares a las de los BMW 535d, su rival más cercano. Y a pesar de esta responsabilidad medioambiental el XF Diesel S no defrauda en absoluto en cuanto a prestaciones: el 0 a 100 km/h se despacha en 5.9 segundos, 1.8 segundos más rápido que el ya desfasado 2.7 V6, que se dejará de producir.
La velocidad máxima de la berlina está autolimitada a 250 km/h, pero se estima que sin limitador podría superar los 270 km/h sin mayores complicaciones. La potencia pasa a las ruedas traseras a través de una remozada caja automática de seis relaciones, con posibilidad de manejo secuencial a través de levas en el volante. Para dejar un hueco a más clientes, Jaguar también lanzará una versión del propulsor con 240 CV, de iguales consumos y emisiones pero con una aceleración hasta los 100 km/h cifrada en 6.7 segundos.
Dejando a un lado los temas técnicos, Jaguar estrena un acabado – “S” – para el XF. Contará con bonitas llantas de 20 pulgadas, un discreto spoiler en el maletero y logotipos “S” como aditamentos exteriores. En el interior nos encontraremos asientos deportivos, y un actualizado sistema de climatización e infotainment. En un futuro cercano también se lanzará una versión Portfolio, que se suma al XK Portfolio con un habitáculo personalizado y materiales de la más alta calidad.
Como colofón, en el Salón de Detroit se presentará el XF-R, con un V8 Supercharged de 500 CV. Las nuevas unidades 5.0 V8, tanto sobrealimentadas como atmosféricas supondrán el reemplazo de los motores 4.2 V8 de origen Ford, unas unidades relativamente desfasadas y de potencia tirando a escasa. Esta serie de novedades supone un soplo de aire fresco para la marca del felino, siendo la primera en alcanzar el mercado el XF Diesel S, a la venta en tres meses, en marzo de 2009.
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